Hoy parecía ser un día lamentable, no dejaba de quejarme ante el espejo por motivos más o menos importantes. De nuevo el fantasma de una vida mejor llenaba mis pensamientos, casi siempre, aunque ya sé que no está bien, pienso en cómo sería mi vida si hubiera conseguido un buen trabajo y en cómo eso hubiera afectado a mi rutina diaria y la de los míos, (uno que yo sé, se tendría que poner las pilas sin remedio). De pronto y pensando en cómo entretener a los peques, me acordé de una canción de la que todos os acordareis…Sopa de Caracol! Buataneri consu….mis hijos se partían de risa viéndome hablar en un idioma tan raro, UPE, UPE!!, luego, como nos gusta tanto bailar se me ocurrió buscarla en YOUTUBE…y qué bien que lo hemos pasado y lo barato que me ha salido. (Eso sí, el espectáculo de los traseros me hubiera gustado ahorrárselo).
Todo esto para recordaros que los detalles pequeñitos llenan nuestras vidas, a veces el cerebro nos juega malas pasadas y otorga una importancia suprema a las cosas malas que nos entristecen, inclinemos la balanza hacia lo positivo, todos tenemos momentos felices al cabo del día, no dejemos que pesen poco, vamos a darles la importancia que se merecen.
Disfrutad recordando buenos tiempos y bailad un poco que siempre viene bien…
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