Es hora de hacer balance, hace un año comenzaba una nueva aventura laboral, dos grandes profesionales, (Dr. Aliaga, endocrino y D. Felipe del Valle, nutricionista) ponían en mis manos la posibilidad de acompañarles en OBEMETS como psicóloga. Obemets es un programa respaldado por el Hospital Quirón en Sevilla, pensado para aquellas personas que quieren adelgazar y que la mayoría de las veces ya no saben cómo.
Al conocerlos supe que no se trataba de un programa de adelgazamiento más, de los que la mayor parte de los pacientes abandonan antes de terminar y los que logren acabar, recuperan peso con mucha probabilidad. Entendí que los 3 buscábamos lo mismo, la felicidad y el bienestar de los pacientes. Un cambio general en el estilo de vida, que mejorara su calidad y nivel de satisfacción personal. El programa no podía estar mejor diseñado, 4 profesionales, (incluye también un preparador físico) puestos al servicio del paciente, para abarcar todas las dimensiones de cambio.
Lo mejor de la experiencia está siendo sin duda, escuchar a los pacientes decir que además de estar muy contentos, perciben que la vida les cunde más. Tienen más entusiasmo y energía, son más peleones con las dificultades. Cada persona es única y eso hace que los motivos que llevan al sobrepeso sean muy distintos, pero todos, todos, al tomar conciencia de que comer mal se ha convertido en un verdadero problema, se deciden a adoptar una manera más sana de vivir, a encontrar el equilibrio entre las cosas buenas de la vida y las que nos agobian y hacen sufrir, entre las ganas de disfrutar y auto realizarse y la necesidad de mantener una vía de escape y desahogo a tanto estrés.
No queremos que los pacientes sufran durante este proceso de cambio, al contrario, mediante la combinación de una dieta saludable y ejercicio físico, el desarrollo de nuevas actividades de ocio y el aprendizaje de estrategias para liberar la ansiedad, el paciente comprueba que cada día vive mejor. El esfuerzo que hay que realizar para establecer hábitos más saludables, se ve recompensado con creces. Es un acto de valentía atreverse a cambiar, desapegándose de viejas pautas que sólo sirven para echarse piedras sobre el propio tejado y que pasan factura antes o después.
Por tanto, se hace indispensable establecer una línea de trabajo, empezando lo primero por saber si de verdad quiero adelgazar, si de verdad es importante o no que adelgace e incluso en parámetros de salud si de verdad creo que debo adelgazar. Todos, todos, vivimos mejor en nuestro peso pero es algo que no debe ser impuesto sino absolutamente comprendido.
Lo segundo sería hacer las paces con todo lo que me ha llevado a engordar, sean factores genéticos, sociales o psicológicos. Solo desde la paz interior, percibiremos que esta lucha no es una lucha a vida o muerte con todo lo que somos, sino una decisión determinante de cambio y mejora. Un paso firme, necesario e importante.
Tercero, establecer con la ayuda de los profesionales, cómo lo voy a conseguir. Tomando la dieta como un instrumento y no como una meta, no se trata de una dieta restrictiva en la que voy a pasar hambre, sino de establecer que alimentos son más sanos y necesarios y dejar para ocasiones puntuales todo lo que no lo es tanto. Pero es una forma de alimentarse que deberá instaurarse en nuestra vida y quedarse para siempre. No es una dieta con vistas a desaparecer. Además encontraremos que el tiempo con motivación, se estira, y donde antes no había hueco o apetencia, encuentro que la actividad física es importante para mi bienestar, para encontrarme a gusto conmigo mismo. Encuentro nuevas vías de escape, que me ayudan a encontrar energía y entusiasmo, a desconectar, conectándome más con mi interior y mi capacidad de superación. Vías que no tienen efectos secundarios negativos.
Se trata en definitiva, de restar kilos sumando vida. Te lo cuento porque realmente creo que estamos ayudando a muchas personas, personas atascadas pero que no se habían conformado con su situación. Si quieres más información, entra en www.obemets.com.
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Gracias!!!!