La Vanguardia

Estos días, derrochamos alegría y buenos deseos por todas partes. Pero no podemos olvidar que hay personas que durante la Navidad lo pasan realmente mal. Son personas que por distintas circunstancias, perciben que toda esta dicha que parece inundar el mundo a ellos les pone especialmente tristes o vulnerables. Algunos incluso, se las pasan realmente enfadados, al modo del viejo Sr. Scrooge, de Cuento de Navidad de Dickens.
Se trata de diferentes perfiles psicológicos, que ven como estos días, les hacen sufrir especialmente. No se trata de una Fobia real pero si de un rechazo a todo lo que implique encuentros sociales, luces navideñas o momentos nostálgicos.
Los primeros han sufrido alguna pérdida importante, en Navidad la ausencia se nota más y se echa mucho de menos a los seres queridos. Es el momento de valorar todo lo positivo que esa persona ausente nos aportó, apoyarse en los que sí están cerca y tratar de cambiar la añoranza en agradecimiento. También encontrarse solo por el motivo que sea, (principalmente por motivos laborales) lejos de casa y de la familia, propicia una Navidad más triste. Tenemos la suerte de las nuevas tecnologías y poder compartir vida y tiempo a través de la pantalla lo hace más fácil, aunque no sea lo mismo.
Los segundos, bien por una Fobia Social, que dificulta su integración en grupos, evitando cenas y comidas navideñas, o bien por un trastorno de Ansiedad con Agorafobia que hace que salir a la calle, ahora que tanta gente invade calles y centros comerciales, sea una auténtica pesadilla, sufren y prefieren quedarse en casa solos. Pero claro, la soledad no es buena compañera.
Los terceros, se han convertido en cascarrabias y huraños, como Scrooge, maldicen por todas partes, exigen que se les deje tranquilos y esperan con ansiedad que las Fiestas terminen.
Además de todo eso, es importante reconocer que los recuerdos de infancia de Navidad se hacen más palpables estos días, y que por tanto, es más fácil que aquellos que han desarrollado una serie de sentimientos positivos respecto a la Navidad, disfruten en el presente mucho más de estas Fiestas.
En cualquier caso, hay que ver el lado positivo de todo, y la Navidad se presta mucho a esto. No es lo mismo estar solo que sentirse solo, no es lo mismo saber que me cuesta mucho compartir espacios o sentimientos con los demás, que promover un estilo de vida solitario o ser un aguafiestas. Reconocer como limitantes estos miedos es una manera de empezar a cambiarlos. Quizá debamos pedir ayuda profesional para ello.
La Navidad propicia encuentros y alegrías, momentos para perdonar y olvidarse de preocupaciones banales. Aprovechemos para valorar más lo que de verdad importa, preparémonos si es que lo necesitamos, para disfrutar y ser Felices.

Os paso link de artículo de la Vanguardia en el que he colaborado mediante este post
http://www.lavanguardia.com/vida/20141230/54422884369/los-tres-tipos-de-personas-que-sufren-la-depresion-de-navidad.html

Tags:

Comments are closed

×