Mañana comienzo junto con un grupo de más de 40 personas, el Camino de Santiago.
La actitud del peregrino debe ser siempre de búsqueda, de esperanza, de resistencia, seguir adelante a pesar de las inclemencias del tiempo. Dispuesto a hacer amigos, compañeros de viaje que llegaran a ser personas importantes en su vida. Al compartir grandes experiencias y emociones, el vínculo que se establece entre ellos, es mucho más potente. Y es que el peregrino no se disfraza, no le importa mostrarse tal cual es, con lo que tiene. Lleva solo lo indispensable para poder avanzar, la mochila lo más ligera posible y el corazón abierto de par en par.
Lo mejor de todo, aunque a veces camine en solitario, descubre que no va solo, que no está solo, en su alma y mucho antes de llegar al final ya se ha colado Quien nunca lo abandonará.
Todos somos peregrinos. Estamos peregrinando, recorriendo un camino que algún día se acabará, mantener la actitud correcta y la mochila llena sólo con lo realmente importante, permitirá que disfrutemos mucho más de tan maravilloso viaje. Sin embargo, algunos llenan sus mochilas con piedras y claro, ¡las piedras pesan mucho! Otros están siempre cerrados, son demasiado autosuficientes, incapaces por voluntad propia, de recibir los regalos que la Vida les quiera dar. ¡Se pierden tantas cosas!
Buen viaje Peregrino, recuerda revisar de vez en cuando si vas por el Camino acertado.
Comments are closed