Dicen que la distancia es el olvido…pero yo no concibo esa razón. Así reza el famoso bolero y lo cierto es que yo tampoco estoy muy de acuerdo con la expresión.
Sólo cuando la distancia sirve para olvidar, tomamos conciencia de que lo mejor era pasar página sobre el asunto o que como solemos decir “aquello no era para nosotros”. Sin embargo, tomar distancia de las preocupaciones o problemas, de los sufrimientos, debe servir para ver las cosas con otra perspectiva. No para alejarnos o huir, sino todo lo contrario, si establezco una distancia, podré ver las cosas desde más ángulos, ganaré objetividad y tomaré fuerzas suficientes para encontrar el impulso necesario que me sitúe de nuevo de cara al problema y su posible solución. En el fondo es como tomar carrerilla, solo así se puede dar un gran salto!!
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