A veces algo concreto nos impide seguir adelante. Nos anclamos en una situación, que se ha convertido en un bucle cerrado y por mucho que lo intentamos no encontramos salida alguna.
Hace unos cuantos años, yo usaba mucho esta expresión. Tenía una amiga en una situación difícil, al creer que no sería capaz nunca de olvidar algo o alguien que había quedado atrás, siempre ante cualquier paso nuevo, volvía a aquello, para entre otras cosas, encontrar una escusa para “paralizarse”.
Es muy importante desde mi punto de vista ir pasando por cada una de las etapas que tiene la vida, y si lo hacemos en el orden correcto es todo más sencillo. Cuando una termina, empieza otra. Si nos sentimos atrapados, debemos reflexionar si no será buena idea “quemar las naves”, esas naves que en cierto sentido están ahí para darnos seguridad y posibilidad de “volver”, pero que nos quitan la gallardía de los valientes a la hora de adentrarse en tierras sin explorar.
Yo pensaba que le debemos la expresión a Hernán Cortes, pero al parecer, Alegrando Magno ya recurrió a ella (literalmente) para vencer a sus enemigos en un momento difícil de clara desventaja para sus soldados. Lo hizo para despojarles de sus dudas y miedos y ofrecerles la única alternativa: vencer para volver a casa en las naves de sus enemigos.
El video lo explica bien.
Seamos valientes y si estas enredado, piensa si será necesario “quemar las naves”!!!
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