Reconociendo que el concepto de liderazgo funciona bien dentro del mundo empresarial, quisiera hoy trasladarlo a cada uno de nuestros hogares. Partiendo de la base de que la “empresa” en la más nos jugamos es la familiar, tenemos la responsabilidad de intentar “sacar nuestro proyecto” adelante, haciendo las cosas lo mejor posible, si en las empresas nos reciclamos, nos formamos y analizamos mediante “estadísticas” o “tutorías” nuestra conducta en vista de mejorar, cuanto más debemos hacer lo mismo en nuestra función de padres. (y madres, que no quiero herir sensibilidades)
Inspirar, ganarnos el respeto, trasmitir autoridad y no imponer desde el poder, obtener los mejores “resultados”, gestionar con eficacia el talento del “equipo”…no os parece que son conceptos fácilmente transferibles a nuestras casas. Además desde el Amor real que les profesamos, es mucho más sencillo hacerlo bien y no por interés propio, como a veces ocurre en el trabajo.
Todos los que tenemos hijos, queremos lo mejor para ellos, pero ¿cómo ayudarles en su tarea de crecimiento y mejora personal?
Lo dejo en vuestras manos, pero solo una cosa más, a mí me gustaría que cuando mis hijos fueran mayores y pensaran en la personas que le han marcado, (para bien está claro) que más le han inspirado, piensen en mí como una de ellas. ¿¿Será mucho pedir??
Esta vídeo también vale para padres…aunque yo se lo dedico a mi madre.
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