Algunas personas parecen tener un don especial.

El don de saber escuchar, el que hace que las elijamos de entre un grupo para contarles un problema o inquietud de cualquier tipo. De todos nuestros amigos siempre está ese al que no nos importa hacerle confidencias, no solo no nos importa, de hecho lo buscamos para poder desahogarnos  sabiendo que además de escuchar hará todo lo posible por ayudarnos.
two-people-talkingTambién en el entorno laboral existen ese tipo de personas, cuando las cosas se ponen feas o hay un problema personal, acudimos a él/ella, se lo contamos todo, parece que nos entiende de verdad, que se mete en nuestra piel y que con toda la buena fe del mundo, nos dice lo que cree que es mejor para nosotros. Así deberían ser las personas que tienen empleados a su cargo, preocupadas por la productividad y eficacia pero también por la satisfacción y bienestar personal de los suyos. Esto tiene más que ver con la generosidad sincera que con técnicas de comunicación eficaz (que también es bueno practicar).
Por lo tanto no se trata de  un don, ni de nada parecido, sólo de tener y demostrar verdadero interés por los demás, de preocuparse por los demás.

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