Aunque, en general, cualquier persona medio sensata sabe qué es lo verdaderamente importante, en la práctica se nos olvida…

Esta mañana fui a comprarme un pantalón, después de probarme 7 me di cuenta de que definitivamente había engordado…todo eso generó una ola de pensamientos ridículos que me llevó más de dos horas.

A veces sin darnos mucha cuenta llenamos nuestra vida de cosas sin importancia, banalidades y cuentos chinos que se llevan lo mejor del día y para colmo nos dejan angustiados o nos quitan el sueño.  Tener unos minutos para reflexionar si está todo en su sitio, si nuestras prioridades son válidas, o no lo son, es un sano ejercicio mental.

Escribe en un papel cuáles son tus prioridades y dales un valor numérico, hasta que el orden alcanzado te convenza, luego piensa detenidamente si vives de acuerdo a esa escala.

Disfruta la vida… gasta tu tiempo con lo que de verdad importa

Tags:

Comments are closed

×